MMP
La permisividad o irresponsabilidad de algunos padres trae consigo consecuencias fatales para sus hijos, ya que vivimos en una sociedad corrompida con seres, algunos, que viven en al asecho de la maldad.
La semana pasada, en el distrito municipal Veron, Punta Cana, fue clausurado por el Ministerio Público de la zona, un establecimiento de venta de bebidas alcohólicas donde una menor de 16 años fue herida de una puñalada, lugar donde no deben estar menores de edad y mucho menos a esa hora.
Por el caso fue detenido el señor Elimel Teyes Regalado (a) Reyes dueño la cafetería y centro cervecero “El Rincón”, el cual está ubicado en la plaza Camilo de Veron, por Violación al artículo 23 de la ley 136-03, quien permitió el ingreso de la menor al centro en franca Violación al código del menor.
Por la agresión también también fue detenido Richar Batista, alias Pepe, quien en compañía de una mujer identificada como Chantal (prófuga), quien fue sometido a la justicia y dejado en libertad por un juez, solo imponiéndole una fianza económica.
Ahora la madre de la menor herida exige justicia por la agresión a su hija, clamor que como todo padre tiene derecho, pero la pregunta es la siguiente:
¿Qué hace una menor de edad en un centro nocturno a las 5 o 6 de la mañana?
¿Donde estaba usted madre a esa hora mientras su hija estaba en un centro donde venden alcohol y sabrá Dios cuantas cosas más?
¿No era responsabilidad suya madre, velar que su hija menor de edad estuviera en su casa acostada con usted?
Entonces madre si de justicia se trata se debe empezar por usted, sí, usted misma debe estar presa por permisiva, porque es responsabilidad de los padres cuidar a sus hijos y garantizarle su integridad mientras son menores, y no venir a querer ser los más pulcros cuando ya el palo está dao’.
Ojalá esa justicia que hoy exige empiece por usted, y así la justicia, valga la redundancia, sea JUSTA, porque en la mayoría de los casos la permisividad de los padres trae consigo consecuencias fatales, y ojalá a muchos nos sirva de ejemplo.
Con todo respeto, hasta otro punto de vista, Mayerlin Martínez.
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