Mayerlin Martínez
Reza un refrán en el argot popular dominicano “si quieres conocer a Juancito, solo hay que darle un carguito”, al parecer a la directora de la Dirección Provincial de Salud de Barahona (DPS), Dra. Thelma Batista se le fue el cargo a la cabeza y dejó salir a flotar a su verdadero “Juancito”, o puede que quizás siempre lo llevo por dentro.
Ayer domingo la galena fue tendencia en las redes sociales, tras filtrarse un audio donde amenazaba con cancelar a las empleadas de esa cartera, que no asistieran a un acto de mujeres organizado por el PRM.
“Las que no vayan que se abstengan a las consecuencias, porque habrá un listado y las que no vayan las cancelaré a todas”, decía el audio.
Parece ser que a muchos funcionarios se les ha olvidado que vivimos en un país con Estado de derecho y que la dictadura murió con Trujillo aquel 30 de mayo del 1961.
La señora Batista se encandiló fácilmente con los atributos del “poder” a su favor, mismo que hoy la apea de la cúspide donde se encontraba encaramada.
«El poder puede causar que la gente, pobres mentalmente hablando, pierda contacto con la realidad, en el sentido que su ego los lleva a tomar decisiones demasiado confiados en ellos mismos sin medir consecuencias algunas.
Y es que esa relación entre el poder y el control ilusorio de muchos funcionarios puede contribuir directamente a la pérdida de poder real, e incluso el resultado puede ser otro totalmente inesperado como el caso de Thelma Batista.
Esto debe servir de ejemplo para muchos que entienden que el poder no es transitorio, efímero, temporal, y que hoy podrán estar en la más alta cima de un castillo de mármol y mañana estar en el más bajo de los fangos.
Hay que tener claro que el poder solo se sube a la cabeza cuando encuentra un cerebro acomplejado, débil y vacío.
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